La producción agrícola, ganadera o forestal sigue siendo una de las actividades comerciales más importantes incluso en esta era tecnológica. Muchas personas que desean dedicarse a esta labor no cuentan con una finca o terreno propio que explotar. En estos casos, necesitan firmar un modelo de contrato de arrendamiento rústico.
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¿Qué es un contrato de arrendamiento rústico?
Un contrato de arrendamiento rústico es un documento legal en el que se establece y regula la cesión de un terreno o finca de parte de su propietario o arrendador a un arrendatario a cambio del pago de una renta o alquiler. El terreno se alquila con el propósito de utilizarlo para la producción agrícola, ganadera o forestal.
Décadas atrás, las leyes de arrendamiento permitían que la relación entre arrendador y arrendatario se estableciera mediante un acuerdo verbal o un contrato escrito. Ahora bien, desde que entró en vigor la Ley de Arrendamientos Urbanos de 2003, es obligatorio establecer los acuerdos de este tipo por escrito, aunque sea mediante un contrato sencillo.
Por otro lado, el Código Civil establece que los contratos de arrendamiento son válidos sin importar la forma en que se hayan pactado. Claro está, siempre será necesario presentar una prueba escrita de dicho contrato, como una factura, un recibo o cualquier otro documento relacionado.
Ejemplo de contrato de arrendamiento rústico
CONTRATO DE ARRENDAMIENTO RÚSTICO
¿Cuáles son las partes que intervienen en un contrato de arrendamiento rústico?
Básicamente, en un contrato de arrendamiento rústico intervienen dos figuras: el arrendador y el arrendatario.
- El arrendador, quien cede el terreno y recibe a cambio el pago de un alquiler. Puede ser el dueño legítimo o propietario del terreno, o también puede darse el caso de que haya arrendado el terreno y ahora quiera subarrendarlo.
- El arrendatario, es la persona que alquila el terreno con la finalidad de realizar actividades productivas de tipo ganadera, agrícola o forestal. A cambio del uso y disfrute del terreno, tendrá que pagar un renta o alquiler.
¿Qué elementos conforman un contrato de arrendamiento rústico?
Como ocurre con cualquier otro contrato de arrendamiento, el alquiler de un terreno requiere de la redacción y firma de un documento legal. En este tipo de contrato no pueden faltar los siguientes elementos:
Datos identificativos de las partes
Es imperativo que en el contrato de arrendamiento rústico se especifiquen los datos identificativos del arrendador y el arrendatario: nombre y apellidos, Documento de Identificación Nacional, lugar de residencia con su código postal, datos de contacto como el teléfono o correo electrónico.
Datos del terreno o finca a arrendar
En el contrato también se incluyen los datos fundamentales de la finca o terreno que se pretende arrendar, entre los que figuran los siguientes: número de polígono y parcela donde se encuentra la finca, localidad y municipio, superficie total arrendada expresada en una unidad de medida conocida (metros cuadrados, hectáreas, etc.), tipo de cultivo al que está destinado el terreno.
Precio del alquiler
Otro aspecto que no puede faltar en un contrato de arrendamiento rústico es el importe de la renta acordada, o precio del alquiler. Asimismo, hay que señalar la periodicidad para realizar los pagos, siendo lo más habitual hacerlo de forma mensual, trimestral o semestral.
Duración del arrendamiento
La ley estatal establece que la duración mínima de un contrato de arrendamiento rústico sea de cinco años. Además, se impone una sucesión indefinida de prórrogas de cinco años de duración cada una, a menos que el arrendador comunique su voluntad de resolver el contrato con al menos un año de antelación a la fecha de término del contrato.
Resolución del contrato
Evidentemente, la relación contractual entre arrendador y arrendatario puede llegar a su fin de forma anticipada por diversas razones válidas, como, por ejemplo: fin del contrato, acuerdo consensual, impago de las rentas, usar la finca para fines distintos a los expuestos en el contrato, subarrendar sin consentimiento, causar daños o desperfectos a la finca, incumplimiento de cualquier otra cláusula.
Garantías en un contrato de arrendamiento rústico
Como ocurre en otros tipos de contratos, quien arrenda un terreno o predio puede exigir algún tipo de garantía al arrendatario para garantizar el pago de las rentas y el cumplimiento de las obligaciones contractuales. Entre las garantías más comunes figuran la presencia de un aval o fiador y el pago de una fianza.
Solicitar un aval o fiador es una de las garantías que proporcionan mayor tranquilidad al arrendador, puesto que una o varias personas ajenas al contrato se comprometen a saldar las deudas que el arrendatario haya contraído con la firma del contrato, especialmente cuando este no puede enfrentar con éxito el pago de una o varias rentas.
Por otro lado, el arrendador puede solicitar al arrendatario el pago de una fianza o depósito de garantía. En este caso, el arrendatario debe entregar una cantidad de dinero al arrendador como garantía de que cumplirá con sus obligaciones. Al término del contrato, ese dinero le será devuelto al arrendatario si entrega la finca en las condiciones pactadas.
Otras cláusulas que puede incluir un contrato de arrendamiento rústico
Además de las disposiciones ya mencionadas, en un contrato de arrendamiento rústico se pueden incluir otras cláusulas para proporcionar información más detallada sobre los derechos y deberes del arrendador y del arrendatario. Las disposiciones de inclusión común son las siguientes:
- Gastos periódicos: un apartado del contrato debe especificar a quién le corresponde correr con los gastos periódicos del mantenimiento y conservación de la finca, como el pago de la electricidad, agua, la contribución, el mantenimiento de las instalaciones, maquinarias y equipos.
- Derechos de pago básico de la PAC: en el contrato debe quedar reflejado todo lo relacionado con las ayudas PAC (Política Agrícola Común), como por ejemplo si el terreno arrendado recibe este tipo de ayuda.
- Fecha de firma y de inicio del arrendamiento: Es importante que en el contrato se indique con claridad la fecha de firma del contrato y la fecha en que se dará inicio a la explotación del terreno.
- Garantías: si el arrendador exigió la presentación de una garantía, como un aval bancario o el pago de una fianza, se debe incluir una cláusula con toda la información al respecto.
