Firmar un contrato de hipoteca es una forma viable y sostenible de adquirir una vivienda u otro tipo de propiedad para quienes no pueden hacer una compra de contado. En esta entrada te explicamos en qué consiste este tipo de documento y cuáles son las partes que lo componen.
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¿Qué es un contrato de hipoteca?
Un contrato de hipoteca es un documento legal mediante el cual se establece y regula el acuerdo entre un acreedor y un deudor, en donde el acreedor puede asegurar el cobro de su crédito tomando posesión de uno o varios bienes propiedad del deudor, en el caso de que este último no tenga capacidad para enfrentar la deuda.
El caso más común de contrato de hipoteca es cuando una institución bancaria extiende un préstamo a una persona para que adquiera un bien inmueble, como una vivienda, el cual sirve como garantía del pago de la deuda. El bien hipotecado es propiedad del deudor, quien puede usarlo y disfrutarlo, a cambio de un pago dividido en cuotas durante un periodo de tiempo determinado.
Si el ocupante de la vivienda no pagara la deuda a la entidad bancaria, esta última puede reclamar el bien inmueble y, mediante venta pública, obtener el dinero que se le adeuda. Por otro lado, al monto total del préstamo se le suma el pago de intereses, que es una especie de remuneración entregada al banco por la concesión del préstamo.
Plantilla de contrato de hipoteca
CONTRATO DE HIPOTECA
Características de un contrato de hipoteca
- La hipoteca es un contrato unilateral, ya que genera obligaciones solo para una de las partes: el deudor hipotecario.
- El contrato de hipoteca debe hacerse por escritura pública.
- Es un contrato nominado o típico, puesto que se encuentra reglamentando por la ley.
- Es un contrato accesorio, ya que supone la existencia de una obligación principal cuyo cumplimiento asegura.
- Es un derecho real porque recae sobre el inmueble y no sobre la persona, permitiéndole al acreedor perseguir el inmueble así esté en manos de otra persona que no sea el deudor.
- Es un contrato oneroso.
- El deudor hipotecario no pierde el dominio o propiedad del bien hipotecado.
Elementos que intervienen en un contrato de hipoteca
En un contrato de hipoteca intervienen dos elementos personales: el acreedor y el deudor hipotecario. El acreedor es la persona, natural o jurídica, que presta el dinero y quien toma en garantía uno o varios bienes del deudor. El deudor hipotecario es la persona que recibe el dinero en calidad de préstamo y deja uno o varios de sus bienes en garantía.
Otro elemento básico en un contrato de hipoteca es el capital, es decir, la suma de dinero prestada y que se ha de devolver en pagos periódicos o cuotas. Además, al valor total del capital se le suma un porcentaje extra llamado interés, que debe pagarse anualmente por la concesión del préstamo y que puede ser fijo o variable.
Así mismo, el contrato de hipoteca estipula una garantía hipotecaria, es decir, el propio valor del inmueble hipotecado garantiza el pago de la deuda, concediéndole al prestamista quedarse con la propiedad del bien en caso de impago. Por su parte, el deudor debe cumplir con un plazo determinado para devolver el capital y todos los intereses.
Tipos de hipotecas
La clasificación de los tipos de contratos de hipoteca se puede hacer en base a factores como su origen, forma de constitución, elementos objetivos, causas, razón de la obligación que se garantiza, entre otros, dando como resultado una gran variedad de modalidades. Para fines prácticos, es posible enlistar la siguiente clasificación:
- Contrato de hipoteca inmobiliaria, que se realiza exclusivamente sobre bienes inmuebles, como viviendas, terrenos, locales, etc.
- Contrato de hipoteca mobiliario, cuyo objeto son bienes muebles como vehículos de motor, barcos, aviones, maquinaria industrial, etc.
- Según el tipo de interés, un contrato de hipoteca puede ser a tipo fijo, variable o mixto.
- Según su forma de constitución pueden ser unilaterales, bilaterales y multilaterales, dependiendo del número de personas que la constituyan.
Partes que conforman un contrato de hipoteca
Como pasa con la mayoría de los contratos, el contrato de hipoteca debe contener varios elementos esenciales y comunes para garantizar su validez legal y resguardar los derechos de las partes intervinientes.
- Los datos identificativos de las partes involucradas, tanto del acreedor como del deudor hipotecario, que pueden ser personas naturales o jurídicas.
- Descripción del bien hipotecado o que se deja en garantía, que debe existir y ser enajenable y determinado. Por lo general, se trata de un bien inmueble.
- El capital o cantidad de dinero prestada y que debe ser equivalente al valor del bien hipotecado.
- El plazo que tiene el deudor hipotecario para devolver el capital prestado más los intereses. Es esencial indicar las formas de pago y la periodicidad de las cuotas a cancelar.
- Se debe fijar el porcentaje de interés que el deudor hipotecario pagará, y si se trata de intereses fijos, variables o mixtos.
- El consentimiento de las partes para celebrar el contrato y su capacidad legal debe expresarse con claridad en una de las cláusulas del contrato.
- Causas por las que el contrato de hipoteca pudiera terminar antes de tiempo, como en el caso de que el bien se expropie o sea destruido por un desastre natural.
- Derechos y obligaciones de las partes, señalando las responsabilidades adquiridas por los intervinientes en el contrato y las consecuencias de no cumplir con las mismas.
- Las firmas de las partes contratantes, y los anexos como las escrituras del bien inmueble o las facturas de los bienes muebles.