Cuando hacemos un viaje de vacaciones, de negocios o por otros motivos, nuestra principal preocupación es hallar un lugar confortable donde alojarnos temporalmente. En muchos lugares turísticos o con gran afluencia de viajeros, es común que los propietarios de inmuebles ofrezcan este tipo de servicio mediante un contrato de hospedaje.
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![]() | Modelo de contrato |
¿Qué es un contrato de hospedaje?
Un contrato de hospedaje es un documento mediante el cual una persona, conocida como hospedante, se obliga a proporcionar albergue y otros tipos de servicios, como alimentación, a otra persona denominado huésped, a cambio de una retribución monetaria, durante un periodo de tiempo determinado que suele ser breve.
En el contrato de hospedaje se establecen, entre otras cosas, las condiciones bajo las cuales se regirá la relación entre el hospedante y su huésped durante el periodo de tiempo que se haya contratado el servicio. Aspectos como el tipo de servicio que se ofrece, las horas de entrada y salida y el comportamiento permitido deben quedar claras desde un principio.
Es común que los contratos de hospedaje se celebren verbalmente entre el hospedante y su huésped. Con todo, suele ser más conveniente redactar un breve documento en el que figuren las normas de la casa y otros aspectos básicos, y que sea firmado por las partes contratantes. Así, se protegen los derechos de ambos y se cuenta con una base legal para hacer algún reclamo de ser necesario.
Ejemplo de contrato de hospedaje
CONTRATO DE HOSPEDAJE

Elementos que conforman un contrato de hospedaje
Tratándose de un contrato formal, el documento que establece y regula la relación entre hospedante y huésped debe contar con algunos datos y elementos esenciales.
- Datos identificativos de las partes, lo que incluye Nombres y Apellidos, Documento Nacional de Identificación, números telefónicos, correos electrónicos, etc. Es conveniente adjuntar una copia del DNI como anexos al contrato.
- El precio que pagará el huésped por recibir el servicio de albergue, indicando si es un monto global o diario.
- Formas de pago aceptadas por el hospedante.
- Duración del contrato, anotando la fecha de inicio y culminación, y si este se puede extender a petición del huésped.
- La cantidad de huéspedes que ingresan al alojamiento, señalando el número de personas permitidas por cada habitación.
- Las obligaciones y derechos del hospedante y su huésped, así como las consecuencias de no cumplir con estas.
- El reglamento o normas de la casa que debe respetar el huésped durante su estadía.
Diferencias entre un contrato de hospedaje y un contrato de arrendamiento
Aunque tiene aspectos similares, existen marcadas diferencias entre un contrato de hospedaje y un contrato de arrendamiento o un contrato de arrendamiento para temporada vacacional. Entenderlas puede ayudar al hospedante y al huésped a saber cuáles son sus deberes y obligaciones durante la vigencia del contrato.
Por un lado, en un contrato de hospedaje el huésped puede hacer uso y disfrutar del lugar destinado para su alojamiento, pero sin recibir la cesión temporal de la posesión del inmueble, cosa que sí ocurre en un contrato de arrendamiento.
Es por esta razón que el huésped debe respetar las normas que establezca el hospedante y vivir bajo estas mientras dure el contrato. En cambio, en un contrato de arrendamiento, el arrendatario puede usar el inmueble con mayor libertad, de acuerdo a lo pactado con el arrendador.
Asimismo, en un contrato de hospedaje, el hospedante tiene la obligación de ofrecer a su huésped servicios complementarios, como la alimentación, servicio de lavandería, conexión a internet, etc., mientras que ningún arrendador está obligado a brindar ese tipo de servicios a su arrendatario.
Finalmente, en caso de que el huésped incurra en impago, el hospedante podrá retener en prenda el equipaje del huésped hasta que este haya cumplido con el pago convenido en el contrato.