¿Estás pensando en adquirir una vivienda o un coche, o quieres construir o remodelar un inmueble? En cualquier caso, firmar un contrato de autofinanciamiento puede ser una opción viable para obtener los fondos que necesitas para alcanzar estos objetivos. En esta entrada te explicamos en qué consiste este sistema y cuáles son sus principales características.
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¿Qué es un contrato de autofinanciamiento?
Un contrato de autofinanciamiento es un acuerdo entre una sociedad mercantil y un grupo de consumidores, quienes se comprometen a hacer aportaciones periódicas que serán administradas por la sociedad mercantil con la finalidad de que los consumidores puedan disfrutar de un fondo común para adquirir bienes muebles, inmuebles u obtener la prestación de servicios.
El dinero de las aportaciones que los consumidores hagan al fideicomiso de la sociedad mercantil se pondrá a su disposición mediante distintos procedimiento de adjudicación, como la liquidación, antigüedad, sorteo, puntuación, subasta u otro método autorizado en el contrato de autofinanciamiento.
Plantilla de contrato de autofinanciamiento
CONTRATO DE AUTOFINANCIAMIENTO
Características de un contrato de autofinanciamiento
Entre las principales características de un contrato de autofinanciamiento podemos destacar las siguientes:
- Formal, ya que para tener validez debe dársele formalidad de manera escrita.
- De adhesión, puesto que una de las partes, la sociedad mercantil, redacta previamente las condiciones y cláusulas del contrato, mientras que la otra parte, los consumidores, solo cuentan con la posibilidad de adherirse o no a este, sin poder proponer modificación alguna.
- Oneroso, puesto que la parte administrativa recibe una remuneración económica por la administración de los recursos aportados por los consumidores.
- De tracto sucesivo, ya que solo es posible su ejecución mediante el transcurso del tiempo.
- Principal, puesto que existe por sí mismo y sin requerir de la existencia de otro tipo de contrato.
- Bilateral, porque ambas partes adquieren derechos y obligaciones.
Elementos que conforman un contrato de autofinanciamiento
En un contrato de autofinanciamiento intervienen dos figuras personales: el proveedor y el grupo de consumidores. El proveedor es la persona jurídica, como una sociedad mercantil, que crea un sistema de autofinanciamiento para ponerlo a disposición de los consumidores. Su principal función es administrar los recursos aportados periódicamente por los consumidores y ponerlos a disposición de estos.
Como elemento formal en un contrato de autofinanciamiento, están las aportaciones realizadas periódicamente por los consumidores, que pueden ser dinero en metálico, bienes muebles o inmuebles. Estas serán administradas por el proveedor, y servirán como un fondo común para el financiamiento de los consumidores.
Datos indispensables en un contrato de autofinanciamiento
Antes de firmar un contrato de autofinanciamiento, es esencial asegurarse de que contenga como mínimo los siguientes datos:
- Número de consumidores que integran el grupo, cada uno con su nombre, denominación, razón social, domicilio, número de grupo e integrante.
- Número de cuotas periódicas que debe realizar cada consumidor.
- Especificaciones y precio actual del bien o servicio indicando su marca, modelo, tipo, género, etc.
- Frecuencia y procedimiento para la obtención del bien o servicio, además de señalar los medios y periodicidad para que el proveedor notifique los resultados de los eventos de adjudicación.
- Plazo y procedimiento para la liquidación del grupo.
- Causas de rescisión del contrato y el monto de las penas a las que se harán acreedoras ambas partes.
- Tipos de seguro y cobertura que podrá contratar el proveedor en nombre del consumidor.
Puesto que el contrato de autofinanciamiento es un contrato de adhesión, debe otorgarse por escrito y estar debidamente registrado para satisfacer las formalidades de las autoridades que vengan al caso. Sin un registro formal, el contrato carecería de toda legalidad para garantizar los derechos de los consumidores.